los plaguicidas son ampliamente utilizados en la producción agrícola para prevenir o controlar plagas, enfermedades, malas hierbas y otros patógenos de las plantas en un esfuerzo por reducir o eliminar las pérdidas de rendimiento y mantener una alta calidad del producto. Aunque los plaguicidas se desarrollan a través de procesos de regulación muy estrictos para funcionar con una certeza razonable y un impacto mínimo en la salud humana y el medio ambiente, se han planteado graves preocupaciones sobre los riesgos para la salud derivados de la exposición ocupacional y de los residuos en los alimentos y el agua potable. La exposición ocupacional a pesticidas ocurre a menudo en el caso de trabajadores agrícolas en campos abiertos e invernad, trabajadores en la industria de pesticidas, y exterminadores de plagas domésticas. La exposición de la población general a los plaguicidas se produce principalmente al comer alimentos y beber agua contaminados con residuos de plaguicidas, mientras que la exposición sustancial también puede ocurrir en o alrededor de la casa. Con respecto a los efectos adversos sobre el medio ambiente (contaminación del agua, del suelo y del aire por lixiviación, escorrentía y deriva de pulveri, así como los efectos perjudiciales sobre la fauna, los peces, las plantas y otros organismos no objetivo), muchos de estos efectos dependen de la toxicidad del pesticida, las medidas adoptadas durante su aplicación, la dosis aplicada, La adsorción en los coloides del suelo, las condiciones climáticas que prevalecdespués de la aplicación, y el tiempo que el plaguipersiste en el medio ambiente. Por lo tanto, la evaluación del riesgo del impacto de los plaguicidas en la salud humana o en el medio ambiente no es un proceso fácil y particularmente preciso debido a las diferencias en los períodos y niveles de exposición, los tipos de plaguicidas utilizados (en lo que respecta a la toxicidad y la persistencia), Las características ambientales de las zonas de aplicación habitual de plaguicidas. Además, el número de criterios utilizados y el método de su aplicación para evaluar los efectos adversos de los plaguicidas en la salud humana podrían afectar a la evaluación del riesgo y posiblemente afectaría a la caracterización de los plaguicidas ya aprobados y a la aprobación de los nuevos compuestos en un futuro próximo. Por lo tanto, se necesitan nuevas herramientas o técnicas con mayor fiabilidad que las ya existentes para predecir los peligros potenciales de los plaguicidas y contribuir así a la reducción de los efectos adversos sobre la salud humana y el medio ambiente. Por otro lado, la implantación de sistemas de cultivo alternativos que dependan menos de los plaguicidas, el desarrollo de nuevos plaguicidas con nuevos modos de acción y perfiles de seguridad mejorados, y la mejora de las formulaciones plaguicidas ya utilizadas hacia formulaciones más seguras (por ejemplo, Las suspensiones de microcápsulas) podrían reducir los efectos adversos de la agricultura y, en particular, los efectos tóxicos de los plaguicidas. Además, el uso de equipo de fumigación apropiado y bien mantenido, junto con tomar todas las precauciones que se requieren en todas las etapas del manejo de plaguicidas, podría minimizar la exposición humana a los plaguicidas y sus posibles efectos adversos sobre el medio ambiente.